Me parece a mí que el colchón es de las cosas que tenemos en casa que menos importancia le damos, creo que el cambio de sábanas y el darle la vuelta de vez en cuando sí se lleva más a rajatabla, pero preocuparnos de su limpieza hay a quienes les da más igual. No nos damos cuenta que encima del colchón nos pasamos una buena parte de nuestra vida, junto con los sofás suele ser la parte más utilizada de una casa y la que más llegamos a descuidar. No nos damos cuenta que por ejemplo en verano sudamos mucho más eso es inevitable, y el colchón el que más reciente ese calor y por lo tanto tiende a estropearse. Los expertos recomiendan cambiar de colchón cada siete o diez años dependiendo del tejido del que estén compuestos, pero para no parecer que nos lo hemos encontrado en la calle y que nos de cómo un poco de asco acostarnos en él, para más información deberemos seguir algunas recomendaciones que nos ayudarán a mantenerlo como el primer día aunque ya tenga sus años.
En primer lugar y como bien he dicho antes el sudor puede proporcionar unas manchas amarillas muy desagradables, hay quienes optan por una funda para colchón para disimularlas y que no se vean y al final resulta la solución cuando no estamos dispuestos a cambiarlo, si por el contrario todavía no se han dado esas desagradables manchas, lo mejor es utilizar de inmediato un protector de colchón una manera de no solo de evitar manchas de sudor, sino de sangre cuando la mujer tiene el periodo, incluso de pis cuando hay incontinencia o tenemos un bebé. En el mercado podemos encontrarlas de diferentes tamaños permanentes y desechables, depende de nuestras exigencias y de nuestras necesidades que nos decantemos por unas u otras. Es recomendable aspirar el colchón cada cierto tiempo, en el caso de que se haya producido alguna mancha es mejor lavarla con un jabón completamente neutro, evitar sentarse en el borde de la cama para no deformarlo, es un vicio inevitable que deberemos pronto dejar a un lado. Y creo que nada más con estos simples consejos podremos disfrutar de un colchón durante diez años de la misma forma que si lo hubiéramos comprado en ese preciso momento, ya que siempre lucirá impecable y dormiremos incluso mucho más a gusto.
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